viernes, 18 de marzo de 2011
Churros con leyes
Está de moda en Europa sacar leyes como churros. No sé si para dar más trabajo, corrijo, para dar trabajo a los parlamentarios, o para controlar la libertad. Diez años de experiencia viviendo en España, me hacen pensar que la razón es la segunda, acotar la libertad. No es cuestión de derechas o izquierdas, toda vez que, según mi opinión, este concepto desapareció de los países llamados del primer mundo con la llegada del neoliberalismo. Aunque se practica en gran parte del mundo, esta forma de legislar, así, sin consultar la opinión de los afectados, resulta al menos parajódica en los países donde la clase política de todos los credos presume de democracia y libertad. En España, el último churro fue reducir el límite máximo de velocidad en las autovías de 120 km/h. a 110; el motivo, ahorrar en el gasto de combustible, ya que, según la publicidad para vender el churro, la rebelión en Libia ha encarecido el precio del petróleo. En la calle y en los bares, la opinión está dividida, hay quien piensa que es una medida para recaudar a través de multas de tráfico, y otros, los que menos, dicen que es una buena medida para el ahorro ¿?. En eso estamos mientras nos acercamos a la época de elecciones, pronto veremos tapizadas ciudades y pueblos, no obstante la crisis, de rostros a los que sólo conoce Dios y sus allegados con un costal de promesas pendientes de cumplir y un maletín con otras nuevas. Yo, aunque no tengo derecho de voto, me hago tres preguntas: ¿Qué pasará con SORTU? Los predecesores de esta agrupación política de la izquierda de Euskadi han sido ilegalizados primero por la ley de partidos y después por la nueva ley de partidos. Según leí en el diario Público del 11 de marzo, SORTU ha cumplido con lo que dicta la nueva ley de partidos, así como con las exigencias del gobierno y la oposición, sin embargo, perece que nuevos reclamos les pondrán el camino más difícil. Eso me lleva a otra pregunta con la que no contaba: ¿Se creará una nueva-nueva ley de partidos para dejarlos fuera? No me afecta directamente, pero tengo curiosidad. La segunda pregunta, de las ya contabilizadas, es ¿Qué pasaría si Francisco Camps, candidato del P.P. para reelegirse como presidente de la Comunidad Valenciana, y que está imputado en un caso de fraude, resultara culpable? Esto también es curiosidad. Lo que sí me afecta y que me lleva a la tercera pregunta es: ¿Publicará el Partido Socialista Obrero Español, antes de las elecciones, un manifiesto sobre el socialismo neoliberal que practica? Esto me ayudaría a conocer las diferencias, si las hay, entre este partido y los partidos llamados de derecha o de centro. La ventaja de hacer leyes como churros es que cualquier problema, duda o inconformidad que pueda surgir, se arregla rápido; amasas, llenas la churrera y al aceite hirviendo, cortas la espiral y listo, con o sin azúcar, al gusto del churrero. Afortunadamente, en España, como en el resto del mundo, los lugares los hace la gente, no los políticos, que parecen ignorar el dicho: Las cuentas claras y el chocolate espeso.
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