A duras y maduras han empezado éste 2010 el pastor alemán y la institución que dirige. Para los mexicanos no son nada nuevo las atrocidades que Marcial Maciel, head coach de los millonarios de Cristo, cometió en nuestro país desde… ¿? Tampoco es un secreto que no ha sido el único que ha abusado no sólo de su posición de representante, sino, además, de la inocencia de las niñas y niños violados. Como era de imaginarse, esta práctica no es algo exclusivo de los embajadores de Dios en nuestro país, es, si vale el término, universal. Irlanda, España, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, etc. Países ricos y pobres, con alto porcentaje de católicos o no, no hay un lugar en la tierra donde estas ovejas del pastor alemán hubieren pastado, que no hayan hecho de las suyas. Aunque, una vez más, la respuesta del pastor ha sido la misma: “Los diplomáticos del cielo se rigen por la ley de Dios” ¡Toma ya!, y se quedó tan pancho, como siempre. Lo parajódico en este asunto es que en 1983, se promulgó una revisión del Código de Derecho Canónico, que incluía el canon (1395,2) que califica explícitamente el sexo con menores por parte de clérigos, como un crimen. Aunque estas violaciones al Código que los rige no son nuevas, toda vez que ya en el siglo XVII las leyes del Derecho Canónico castigaban con la expulsión a los sacerdotes que fueran descubiertos en casos de abuso sexual a menores de edad. Ignoro si los antecesores del pastor en la Vati-cueva, sentaron en el banquillo de los acusados a alguno de sus miles de empleados que han cometido estos delitos divinos, de acuerdo a su Código. Lo que está claro es que el pastor alemán no piensa hacer nada, como se dice en el argot popular: pasa de todo. Así pues, la justicia universal se aplica según el gueto y su largo y pesado brazo siempre alcanza a los mismos, culpables o no.
