martes, 9 de agosto de 2011

El regreso del Pastor Alemán, anti-papa cinco


El Pastor Alemán regresa a España, a Madrid para ser exactos; toda España, católica o no, se prepara para la visita, entre las molestias y abusos que un evento como éste conlleva. Esta vez bajo el nombre de Jornada Mundial de la Juventud –del 16 al 21 de agosto-, qué parajoda, ahora que han salido a la luz los abusos por pederastia que los secuaces del Pastor han cometido en los últimos, muchos, años. JMJ, las siglas con las que se anuncia la visita pastoral y los productos que se venden como recuerdos de la misma: colonia, gorrita, llavero, silla/banco, moneda, botella para agua y, por supuesto, medallita. Estos productos se pueden encontrar en los puntos de información e inscripción de los organizadores de la JMJ, y también, como no podía ser de otra forma, en los almacenes del Corte Inglés de todo el país, todos benditos, hasta la colonia. Como todas las visitas pastorales, ésta también costará un pastón, que irá con cargo a los contribuyentes, católicos o no, sin contar en el coste con la movilización de más de 12.000 trabajadores del estado, la cobertura que radio y televisión nacional –RTVE- darán al evento y, por supuesto, la puesta a punto del mundialmente conocido papamóvil. En un país laico, como es España, hay algunas preguntas que no logro responder: Por qué, si es una celebración pastoral, al Pastor se le da trato de jefe de Estado, siendo ésta una visita privada y religiosa. Por qué tenemos que pagarla los contribuyentes. Por qué tenemos que fumarnos el evento por radio y televisión nacional. Con la que está cayendo por estos lares -más de un 20% de desempleo, una economía que se va al garete, etc.- la plutocracia madrileña ha decidido no sólo gastarse la pasta, sino, además, hacer como si no estuviera pasando nada. Ha reprimido desde hace una semana todas las manifestaciones del movimiento de “los Indignados” –movimiento social reivindicativo, léase: Movimiento del 15M- para que las calles y plazas del centro de Madrid luzcan sus mejores galas, sin pintadas, ni campamentos de desempleados, ni puntos de información ciudadana sobre el 15M, ni mucho menos Indignados. Así pues, el Pastor Alemán se verá cobijado -no sólo por la plutocracia madrileña, sino también por la multitud de jóvenes del opus dei y otras sectas católicas, de España y otros países, que pueden pagarse el viaje y el Kit del Peregrino- para que nadie le pueda gritar por lo menos ¡buuu!, cada que, en plan mensaje pastoral, arreé contra las decisiones del gobierno que considere van en contra de los enormes privilegios de los que goza la iglesia católica oficial. En el Vatiquiur preparan el recibo, porque la visita de Ratzinger saldrá más cara que Pink Floyd en Pompeya, y Europa Laica prepara una marcha para el 17 de agosto contra lo que considera una visita “inadecuada”.